
Seguramente te estás preguntando: ¿y este quién coño es para hablar de emprendimiento, negocios online y libertad?
Pues mira, soy Emilio. Ingeniero de software durante más años de los que me gusta recordar. De esos que tenían un curro «bueno», de los que pagan facturas, viajes de fin de semana, cenas con tu pareja y palomitas en el cine.
Vivía cómodo. Que es una forma muy bonita de decir: vivía dormido.
Y entonces llegó 2020. Sí, el año de los encierros, la pandemia, del miedo y la incertidumbre. El año en que el mundo se paró… y mi cabeza arrancó.
Me encerraron. Solo. Aislado. En silencio. Y en ese silencio escuché algo que no había querido oír antes: no era libre. Tenía un sueldo, sí. Tenía rutinas, claro. Pero libertad… ni de coña.
Ahí se me rompió el molde. Me sentí traicionado por el mismo sistema que me dijo: “Estudia, saca una carrera, trabaja, compra una casa y serás feliz”. Mentira. Estaba hipotecando mi vida a cambio de una falsa seguridad. Y decidí que no más.
Me juré que iba a perseguir la libertad. La de verdad. La que no depende de gobiernos, ni de jefes que se creen tus dueños.
Inspirado por Adrián Sáenz, empecé a formarme como un animal. En todo lo que huele a independencia: inversiones, trading, marketing digital. Miles de euros invertidos. Y no, no es postureo. Son decenas de miles. Y cientos, qué coño, miles de horas. De las que no se ven en Instagram.
¿Fácil? Ni de coña. ¿Bonito? A ratos. ¿Duro? Como pegarte con una pared y no tener a nadie para levantarte. Perdí amistades, relaciones, tiempo, comodidades. Pero gané algo que no tiene precio: mi puta libertad.
Hoy escribo esto desde ese otro lado. Desde donde se vive con la tranquilidad de saber que tu vida no está en manos de nadie. Desde donde decides tú cuándo, cómo y con quién trabajas.
Por eso he creado este blog. Porque no quiero ser el único. Porque si este camino de autoconocimiento, formación, renuncias y acción hasta sangrar puede inspirar a alguien más… entonces ha valido la pena.
Y si has llegado hasta aquí leyendo, quizás seas tú.
Nos vemos en los artículos.