La segunda mitad de 2025 se presenta como una etapa clave para cualquier inversor que quiera tomar decisiones estratégicas en su cartera. Venimos de años marcados por una elevada incertidumbre geopolítica, fluctuaciones en los tipos de interés y una inflación que, aunque ahora más controlada, sigue condicionando los movimientos de los mercados. En este contexto, los ETFs para Comprar en la Segunda Mitad de 2025 emergen como una de las mejores herramientas para construir o reforzar una cartera diversificada, eficiente y adaptada a cada perfil.
Pero ¿por qué apostar por ETFs en lugar de acciones individuales o fondos tradicionales? La respuesta está en su estructura. Los ETFs permiten acceder de forma sencilla y transparente a una cesta de activos, replicando índices, sectores o estrategias específicas.
Alivio de responsabilidad: En este artículo no te estoy diciendo en qué debes invertir tu dinero. Tómate este artículo como una simple orientación para que tú mismo investigues las posibilidades que aquí te presento, y solo entonces decidas donde invertir tu dinero. Siempre bajo tu propia responsabilidad y tomando una decisión informada.
Además, lo hacen con comisiones generalmente más bajas que los fondos de inversión tradicionales y con una liquidez comparable a la de una acción. Esto te da lo mejor de dos mundos: diversificación y flexibilidad.
Además, los ETFs permiten adaptarse rápidamente a los distintos escenarios económicos. Por ejemplo, si se prevé que los tipos de interés se mantengan altos, hay ETFs diseñados específicamente para generar rentas estables mediante dividendos o intereses. Si el foco es el crecimiento, existen ETFs que apuestan por índices potentes como el SP500, Nasdaq o sectores tecnológicos emergentes. Y si el objetivo es proteger el capital, hay productos ultraconservadores basados en bonos a corto plazo o en tipos de interés oficiales.
En 2025, estos factores cobran especial relevancia. El inversor medio busca tres cosas: proteger su dinero, generar ingresos sin grandes sobresaltos, y crecer de forma sostenible. La segunda mitad del año suele estar marcada por ajustes de carteras, cierre fiscal y movimientos de capital a largo plazo. Por eso, tomar decisiones inteligentes en esta etapa puede tener un impacto directo en el resultado de todo el año (y del siguiente).
Por último, es importante destacar el componente educativo. Los ETFs, por su transparencia y simplicidad operativa, son una excelente puerta de entrada para quienes están empezando a invertir. Al replicar índices conocidos y tener una estructura sencilla, permiten comprender mejor cómo funcionan los mercados y cómo se comportan distintos tipos de activos ante los eventos globales.
En definitiva, 2025 es un año para actuar con estrategia. Y los ETFs son herramientas ideales para invertir con inteligencia, adaptabilidad y enfoque en resultados concretos. A continuación, exploraremos los mejores ETFs para esta segunda mitad del año, divididos según su perfil de riesgo y objetivo financiero.
VUAA – El ETF del SP500 como base sólida para tu cartera
Uno de los pilares más recomendados para cualquier cartera bien construida es un ETF que replique al SP500, el índice que agrupa a las 500 mayores empresas de Estados Unidos. En este sentido, el VUAA (nombre técnico del ETF gestionado por Vanguard en su versión acumulativa) se ha consolidado como una de las opciones más robustas, eficientes y consistentes para quienes buscan crecimiento sostenido a largo plazo.
¿Por qué sigue siendo tan relevante este ETF en 2025? Porque a pesar de la aparición de múltiples alternativas y temáticas de inversión, el SP500 sigue representando lo más competitivo y rentable del sistema capitalista actual. Dentro del índice encontramos gigantes como Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google), Nvidia, Meta, entre muchas otras. Empresas que dominan sectores clave como tecnología, consumo, salud y finanzas.
Invertir en el VUAA es, en la práctica, apostar por la economía estadounidense en su conjunto. Pero no solo eso. Este ETF tiene varias características técnicas que lo hacen especialmente atractivo:
- Bajas comisiones: su ratio de costes es de apenas 0,07% anual. Esto significa que prácticamente todo tu dinero está trabajando para ti.
- Reinversión automática de dividendos: al ser un ETF acumulativo, cada vez que las empresas del índice reparten dividendos, el fondo los reinvierte sin que tú tengas que hacer nada. Este efecto de capitalización es fundamental para acelerar el crecimiento compuesto de tu inversión.
- Diversificación natural: al estar expuesto a 500 compañías de múltiples sectores, reduces el riesgo asociado a depender de unas pocas acciones individuales.
Históricamente, el SP500 ha ofrecido una rentabilidad media anual de entre un 7% y un 10% (dependiendo del periodo que se tome como referencia). Aunque tiene sus caídas en años concretos, ha demostrado una capacidad extraordinaria de recuperación tras crisis económicas, pandemias o periodos de alta inflación. Esto lo convierte en un vehículo ideal para quienes piensan a medio y largo plazo.
En el contexto de 2025, el VUAA sigue siendo una pieza estratégica. Estados Unidos continúa liderando en innovación, tecnología y atracción de capital internacional. Y aunque hay tensiones geopolíticas y ajustes macroeconómicos en curso, el SP500 se beneficia tanto de los sectores defensivos como de los cíclicos.
Este ETF es particularmente recomendable para:
- Inversores principiantes que buscan una base sólida y estable.
- Quienes tienen un horizonte de inversión de más de 5 años.
- Aquellos que quieren reducir la necesidad de gestionar activamente su cartera.
- Personas que desean beneficiarse del crecimiento compuesto sin tener que intervenir constantemente.
En resumen, el VUAA es un ETF que no pasa de moda. Y en una etapa como la segunda mitad de 2025, donde lo más sensato es combinar rendimiento con estabilidad, este fondo sigue siendo una apuesta ganadora. Incluso si decides incorporar otros ETFs temáticos o conservadores a tu cartera, tener el VUAA como columna vertebral te dará la tranquilidad de estar respaldado por uno de los índices más potentes del mundo.
ETFs de dividendos – Rentabilidad y estabilidad en tiempos inciertos
En un entorno económico como el de 2025, donde los tipos de interés han alcanzado niveles altos y la renta fija empieza a estabilizarse, muchos inversores se plantean una pregunta clave: ¿cómo obtener ingresos regulares sin asumir demasiados riesgos? Aquí es donde los ETFs de dividendos se convierten en una herramienta especialmente valiosa, y más aún en la segunda mitad del año, cuando muchos reajustan sus carteras con el foco puesto en generar rentas estables.
Un ETF de dividendos agrupa empresas que tienen un historial consistente de repartir beneficios entre sus accionistas. Pero no se trata solo de empresas grandes: estos ETFs suelen incluir compañías maduras, sólidas financieramente, que priorizan la estabilidad sobre el crecimiento agresivo. Eso se traduce en pagos regulares, previsibilidad y, en muchos casos, menor volatilidad que el mercado general.
En 2025, los ETFs de dividendos tienen un atractivo doble:
- Ofrecen ingresos periódicos en un entorno donde la liquidez es más cara y no siempre se puede contar con rentabilidad inmediata de otras fuentes.
- Sirven como refugio parcial frente a la volatilidad, ya que muchas de las compañías incluidas en estos fondos pertenecen a sectores defensivos como energía, telecomunicaciones, consumo básico y salud.
A continuación, te comparto algunos ejemplos destacados de ETFs de dividendos que pueden resultar especialmente interesantes:
1. Vanguard FTSE All-World High Dividend Yield (VHYL)
Este ETF da exposición global a empresas con altos dividendos. Incluye compañías de EE.UU., Europa y Asia. Está bien diversificado y es ideal para quienes buscan ingresos estables sin concentrar todo en un solo país.
2. iShares Euro Dividend UCITS (IDVY)
Centrado en empresas europeas con alto dividendo. Una opción sólida para inversores que desean exposición regional y que creen en la estabilidad de compañías como TotalEnergies, Enel o Allianz, todas con políticas agresivas de reparto de dividendos.
3. SPDR S&P Global Dividend Aristocrats (GBDV)
Este ETF se basa en empresas que han mantenido o incrementado su dividendo durante al menos 10 años consecutivos. Tiene un enfoque más cualitativo y selectivo, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes buscan consistencia.
4. iShares Asia Pacific Dividend UCITS (IAPD)
Para quienes quieren diversificar más allá de EE.UU. y Europa, este ETF cubre empresas de Asia y Oceanía con altos dividendos. Añade una capa de diversificación geográfica sin renunciar a los ingresos periódicos.
Uno de los grandes beneficios de estos ETFs es que también puedes elegir entre versiones de distribución (que reparten los dividendos a tu cuenta periódicamente) o acumulación (que los reinvierten automáticamente). La elección depende de tu estrategia: si necesitas flujo de caja, opta por los primeros; si estás pensando en crecimiento a largo plazo, los acumulativos son la mejor opción.
Además, los ETFs de dividendos funcionan muy bien como complemento a otros activos. Puedes tener una base con VUAA para crecimiento y añadir un ETF de dividendos para estabilizar la cartera y generar ingresos constantes. Esta combinación permite afrontar con más tranquilidad los momentos de alta volatilidad en los mercados.
En definitiva, si buscas rentabilidad constante, menor exposición a riesgos innecesarios y activos que funcionen bien incluso cuando el mercado está plano, los ETFs de dividendos son tu aliado en la segunda mitad de 2025. Su capacidad para generar ingresos sin depender de la compraventa constante de activos los convierte en una pieza clave para perfiles moderados y conservadores.
Opciones conservadoras – Protege tu capital y rentabiliza tu liquidez
En momentos de incertidumbre o cuando los mercados presentan una alta volatilidad, muchos inversores no buscan grandes rentabilidades, sino seguridad, preservación de capital y liquidez. En la segunda mitad de 2025, estos factores son especialmente relevantes. La renta variable puede seguir fluctuando, y aunque los tipos de interés han alcanzado cierta estabilidad, todavía hay riesgos sistémicos en el horizonte. Es aquí donde los ETFs conservadores como Mint.eu y XEDOD.eu cobran protagonismo.
Mint.eu – Bonos a corto plazo con liquidez y control del riesgo
Este ETF está gestionado por la gestora PIMCO, una de las más reconocidas del mundo en el ámbito de la renta fija. El objetivo de Mint.eu es ofrecer una rentabilidad superior al efectivo o a los depósitos tradicionales, sin asumir riesgos significativos de mercado o duración. ¿Cómo lo consigue? Invirtiendo en bonos de alta calidad con vencimientos muy cortos (normalmente entre 1 y 3 años), lo que reduce al mínimo el impacto de las subidas o bajadas de tipos de interés.
Además, Mint.eu tiene una liquidez diaria y una comisión relativamente baja para ser un fondo activo. Esto significa que puedes acceder a tus fondos en cualquier momento y que los costes no erosionan significativamente la rentabilidad obtenida. Este ETF es especialmente útil para:
- Quienes tienen liquidez aparcada y quieren obtener algo más que el 0% del banco.
- Inversores que esperan mejores oportunidades a futuro y prefieren estar en una posición intermedia.
- Personas cercanas a una necesidad de capital (comprar una casa, pagar un máster, invertir en un negocio) y que no pueden asumir pérdidas.
XEDOD.eu – Exposición al tipo de interés del euro con mínimo riesgo
Otro ETF interesante es el XEDOD.eu, de la gestora DWS. Este fondo replica el tipo de interés del euro a un día (ESTR). Es decir, está indexado a lo que sería el rendimiento equivalente a dejar el dinero aparcado en el sistema interbancario europeo. Su comportamiento es muy similar al de una cuenta remunerada, pero con ventajas adicionales como:
- Posibilidad de operar como cualquier ETF (compra/venta en mercado).
- Transparencia en la evolución del rendimiento.
- Sin permanencias ni penalizaciones por retirada.
El XEDOD.eu tiene una volatilidad extremadamente baja y está diseñado para quienes priorizan la seguridad absoluta del capital. Aunque la rentabilidad es modesta (alrededor del 3% anual a mediados de 2025), es una opción superior al efectivo sin remunerar y con acceso inmediato. En épocas de incertidumbre, tener una parte del capital en este tipo de ETFs te permite dormir tranquilo, sin renunciar completamente a obtener algo de rendimiento.
¿Cómo combinarlos?
Una estrategia conservadora puede incluir una combinación entre Mint.eu y XEDOD.eu, para capturar algo más de rentabilidad sin perder liquidez. Por ejemplo:
- 50% en Mint.eu para un pequeño rendimiento adicional con bajo riesgo.
- 50% en XEDOD.eu como “fondo de emergencia” o dinero para necesidades a corto plazo.
Otra opción es usar estos ETFs como puente entre inversiones más agresivas, esperando mejores puntos de entrada en mercados de renta variable, inmobiliario o criptomonedas. Mientras tanto, el dinero sigue produciendo.
En definitiva, si tu prioridad en la segunda mitad de 2025 es proteger el capital, mantener liquidez y obtener un rendimiento superior al del efectivo tradicional, tanto Mint.eu como XEDOD.eu son alternativas muy válidas. No solo te ayudan a conservar tu patrimonio, sino que te dan flexibilidad y margen de maniobra sin renunciar completamente a la rentabilidad.
¿Cómo elegir el ETF adecuado para tu perfil de inversor?
Con tantas opciones disponibles en el mercado, es normal sentirse abrumado a la hora de elegir en qué ETF invertir. No existe una única respuesta válida para todos, porque cada persona tiene objetivos distintos, tolerancias al riesgo diferentes y horizontes temporales únicos. Por eso, elegir el ETF adecuado depende de tu perfil como inversor. Aquí te explico cómo hacerlo paso a paso, para que tomes decisiones informadas y coherentes con tus metas.
Paso 1: Define tu objetivo financiero
Antes de analizar cualquier producto, debes preguntarte qué esperas conseguir:
- ¿Quieres hacer crecer tu capital en el largo plazo?
- ¿Necesitas generar ingresos pasivos?
- ¿Buscas proteger tu dinero ante la incertidumbre?
- ¿Estás construyendo una cartera para la jubilación, para una inversión inmobiliaria futura, o para complementar tus ingresos actuales?
Cada uno de estos objetivos puede requerir una estrategia diferente y, por tanto, una combinación distinta de ETFs.
Paso 2: Conoce tu tolerancia al riesgo
¿Te sientes cómodo viendo cómo tu inversión cae un 10% en una semana si sabes que puede recuperarse después? ¿O prefieres una rentabilidad más modesta pero estable?
Tu tolerancia al riesgo es clave para decidir:
- Perfil agresivo: orientado a crecimiento, acepta volatilidad. Ideal para ETFs como VUAA (SP500) o tecnológicos.
- Perfil moderado: busca equilibrio entre crecimiento y estabilidad. Podría combinar VUAA + dividendos.
- Perfil conservador: prioriza capital y rentabilidad segura. Mint.eu y XEDOD.eu encajan aquí perfectamente.
Paso 3: Determina tu horizonte temporal
A más largo plazo, más margen tienes para asumir volatilidad. Por eso:
- Si inviertes a más de 7-10 años, los ETFs de renta variable (como el SP500 o dividendos globales) tienen más sentido.
- Si tu horizonte está en los próximos 1-3 años, opta por ETFs de renta fija o conservadores como los bonos a corto plazo o los que replican tipos de interés.
El tiempo es un factor de protección en inversión. Cuanto más tienes, más puedes permitirte asumir ciclos negativos de mercado.
Paso 4: Diversifica con lógica
No se trata de tener diez ETFs porque sí, sino de combinar bien. Aquí algunos ejemplos:
- Perfil agresivo: 70% VUAA (SP500), 30% en sectores tecnológicos o emergentes.
- Perfil moderado: 50% VUAA, 30% ETF de dividendos (como VHYL), 20% Mint.eu.
- Perfil conservador: 60% XEDOD.eu, 30% Mint.eu, 10% en dividendos de bajo riesgo.
La clave está en balancear activos que se comporten de forma distinta ante los cambios del mercado.
Paso 5: Revisa y ajusta periódicamente
La elección del ETF no es estática. Una vez cada seis o doce meses, revisa tu estrategia. ¿Ha cambiado tu objetivo? ¿Tu situación financiera es distinta? ¿El contexto macroeconómico ha variado?
A veces, pequeños ajustes pueden ayudarte a mantener el rumbo correcto sin necesidad de rehacer todo desde cero. Además, la segunda mitad del año es un buen momento para reequilibrar carteras, especialmente pensando en fiscalidad y cierre de ejercicio.
La segunda mitad de 2025 es una oportunidad, no un obstáculo
Invertir no es solo cuestión de buscar rentabilidad: es una combinación de estrategia, claridad de objetivos y buenas herramientas. Y en este contexto, los ETFs para la segunda mitad de 2025 representan una de las mejores formas de proteger tu capital, obtener ingresos pasivos o buscar crecimiento sostenido, todo según tu perfil de riesgo.
Lo más importante es entender que no hace falta elegir entre seguridad o rentabilidad, porque puedes construir una cartera equilibrada combinando distintos tipos de ETFs:
- VUAA, como base sólida centrada en crecimiento y diversificación.
- ETFs de dividendos, para generar rentas constantes sin necesidad de vender tus activos.
- Mint.eu y XEDOD.eu, para proteger tu liquidez mientras esperas mejores oportunidades o cubres necesidades de corto plazo.
La clave está en diseñar tu estrategia según tu realidad. La segunda mitad del año es especialmente propicia para hacer ajustes: estás a tiempo de corregir errores, de afinar tu enfoque y de posicionarte de cara a 2026 con una base más sólida.
Además, los ETFs permiten actuar con inteligencia incluso si no tienes grandes sumas de dinero para invertir. Gracias a su liquidez, bajas comisiones y accesibilidad, puedes construir una cartera robusta incluso desde importes pequeños, siempre y cuando tengas un plan claro.
Si estás empezando, este puede ser tu punto de entrada ideal. Y si ya llevas tiempo en los mercados, este es el momento de revisar, depurar y reforzar tus decisiones.
Recuerda: no se trata de adivinar el futuro, sino de prepararte para cualquier escenario. Y los ETFs, bien elegidos, son tus aliados más versátiles para lograrlo. Aprovecha lo que queda de 2025 para pasar de la intención a la acción. No dejes que la incertidumbre te paralice: con una estrategia sólida y productos adecuados, puedes avanzar con confianza hacia tus objetivos financieros.